Heroínas y héroes

Los héroes salen al camino un día
del fondo de un árbol, de cualquier esquina.
Bajan de un auto o de un bronce
y te saludan contagiosamente,
como el viejo amigo que quiere contarte
una nueva historia, un amor,
o el descubrimiento de una verdad absoluta.

LOS HÉROES

(Vicente Feliú)

Cuando pensamos en los héroes, generalmente asociamos esa palabra a personas con poderes especiales. Relacionamos heroísmo con actos memorables, con personas admiradas que dejaron huellas en la historia.
“Todo orden social se sostiene sobre el enaltecimiento de unas memorias particulares que consagran un cierto tipo de versión de la historia. En estos relatos, se glorifican unas personas al otorgarles el estatus de héroes. Ellas, por lo general, pertenecen a ciertos sectores de clase, grupos políticos, un sexo en particular, una opción sexual y una etnia”. Por todo eso, necesitamos deconstruir la palabra héroe.
En primer lugar, hablar de héroes, pero también de heroínas. Podemos estar de acuerdo en que las heroínas, los héroes, son aquellas personas que con su comportamiento coherente y sus actos éticos marcan la vida de las personas, tienen un lugar en la historia y cambian una sociedad.

Pero no menos cierto es que muchas personas –niñas, niños, adolescentes y personas adultas– con sus actos cotidianos, visibles a veces, en forma oculta otras, día a día van siendo héroes o heroínas desde sus luchas y resistencias, cambiando, aportando, para que nuestro país, nuestra sociedad, sea un poco mejor cada día.
En una entrevista, Potthast destaca: “Siempre se ha resaltado el papel de la mujer paraguaya como heroína o como víctima, pero no podemos ni debemos reducir lo que han dado todas las mujeres.
Con esto quiero decir: Abran su perspectiva y miren a las mujeres comunes y corrientes que han aportado mucho a la historia, la economía, a la sociedad paraguaya” . Es necesario descubrir a las personas comunes que hacen historia.
Son heroínas las mujeres comunes que llegan a los mercados todas las madrugadas, la yuyera de la esquina, la vendedora que trabaja 12 horas en una tienda, las maestras de las escuelas, la quinielera, la trabajadora doméstica, las personas  que luchan por sus derechos; las periodistas, las taxistas,las poetisas, las carpinteras, las niñas que venden choclo y caramelos, las enfermeras, las parteras chae, las campesinas, las defensoras de los derechos humanos durante la dictadura, las mujeres, niñas y adolescentes indígenas que crean y venden sus artesanías.
Son héroes comunes los lustrabotas, los canillitas, los vendedores de rifas, los pintores, los albañiles, los enfermeros, los profesores, los chiperos, los vendedores de tortas y pororó, los jardineros, los pancheros, los campesinos sin tierra, los luchadores contra la dictadura.
Debemos detenernos y mirar a nuestro alrededor, las calles, las esquinas, las casas, las chacras, los almacenes, los mercados están llenos de heroínas
y héroes que son personas simples que van haciendo historia.